24. Padre todopoderoso (Reflexión en el Año de la Fe)

24. Padre todopoderoso

El decir que creemos en un Dios que es “Padre todopoderoso” necesita ser explicado, ya que corremos el riesgo de masculinizar a Dios olvidando su femineidad, es decir su maternidad divina. Me parece que más bien deberíamos decir –o por lo menos pensar– al expresar nuestra profesión de fe lo siguiente: “Yo creo en Dios, que es Padre todo poderoso y  Madre toda misericordiosa”.

 

Una de las principales críticas que se han hecho a nuestra religión cristiana (y a las religiones monoteístas en general) es que es muy “machista”. Una religión que ha tomado al hombre, al varón, como prototipo de la idea que se hace de su Dios. Ya Freud en su último libro, Moisés y la religión monoteísta (1939), expresaba la idea de que Moisés había proyectado su propia figura masculina al pueblo judío. Un pueblo pobre y sometido que necesitaba creer en un Dios fuerte, viril, macho y poderoso, que fuera más fuerte que los dioses de Egipto. Sin embargo me parece que en la Biblia encontramos también (aunque de manera implícita) la idea de la maternidad divina. No hay que olvidar que hasta nuestros días, el mundo ha sido dirigido y dominado por los varones. La conquista por los derechos de la mujer –en prácticamente todos los ámbitos: político, laboral, social, económico, etc.– se han ido ganando a pasos de tortuga y después de muchos esfuerzos. Y la religión (con su teología) no se queda atrás (por lo menos la católica de la que aquí hablamos). Por lo tanto me parece que es necesario sacar nuestra idea y representación de Dios, de un esquema machista que se nos ha inculcado durante muchos años (siglos), para relacionarnos con Él a partir de su doble dimensión: paterna y materna. Dios es nuestro Padre, pero también nuestra Madre.

En este aspecto me parece que nuestros antepasados aztecas nos pueden ayudar mucho para entender mejor nuestra fe en este Dios Padre y Madre. Los aztecas tenían varios dioses, pero había un Dios supremo llamado “Ometéotl”, un Dios dual: padre y madre a la vez. ¡Esta es una teología extraordinaria que como mexicanos deberíamos seguir desarrollando! No se trataba de 2 dioses distintos, sino de un sólo Dios pero con las características paternas y maternas en Él. Como para darnos a entender que el Dios supremo debe de tener incluidas en él la masculinidad (fortaleza, rigor, disciplina, etc.) y la feminidad (dulzura, ternura, comprensión, etc.). Y que es en ese complemento y equilibrio de su masculinidad y feminidad que se encuentra su grandeza. Es tal vez por eso que en México la devoción a la  Virgen de Guadalupe es tan importante. Ella nos recuerda el aspecto dulce, amoroso y misericordiosos de Dios. Creer en un Dios padre y madre seguramente nos ayuda a relacionarnos de manera más equilibrada y justa con nuestros semejantes.

Oración: “Creo en ti Señor y Señora que eres Padre y Madre para mí a la vez. En ocasiones te he experimentado más como Padre que me exige, me pide cuentas, y hasta he llegado a tener temor de ti. Sin embargo inmediatamente después, también te he experimentado como Madre clemente y misericordiosa y siempre he regresado a Ti. Te amo y te pido acercarme cada vez más a ti, no a través del conocimiento sino del amor.” Amén.

Loma Bonita, Nezahualcóyotl, 18 de Junio de 2013

3 comentarios en “24. Padre todopoderoso (Reflexión en el Año de la Fe)

    1. Estimado Leandro Sequeiros San Román he investigado brevemente sobre la Teología Kenótica que usted amablemente me propone conocer y realmente encuentro mucha riqueza. Sobre todo en el aspecto de un Dios que no se «impone» sino que se «propone», podríamos decir, a través de esta idea paulina de la Kenósis divina. Tema que desarrolla el autor que ud me propone en su libro: “La obra del amor. La creación como kénosis”. Sin embargo no encuentro contradicción entre la Kenósis divina y la dimensión de la paternidad y maternidad divina propuesta por el pensamiento azteca. Me parece que en los teólogos aztecas, que hablaron muchos siglos antes que su autor John Polkinghorne, encontramos una teología que busca a Dios a partir de otros caminos que la teológia occidental clásica. Yo le propongo a usted leer algo de la teología indigena, que también le ayudar a aclarar sus ideas. Saludos

  1. Mujeres valientes, fieles, fuertes, que sin temores acompañan a Cristo en su pasión, mostrando atributos que se podrían suponer mas varoniles, y padres de ternura que esconden sentimientos por cuestiones de cultura. en Dios encontramos todo, y la propuesta de equidad que nos enseña, tomará su tiempo para que eventualmente se logre. ¡Felicidades por sus reflexiones!

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